Escándalo por víctima de covid-19:"Mi tío murió en mis brazos y sin atención médica"

[SOBRECOGEDOR TESTIMONIO] Eugenia, contagiada de covid-19, compartía cuarentena con su tío de 57 años, también enfermo, en una vivienda de Valdivia. Denuncia que sólo recibieron llamados telefónicos de la Seremi y visitas de la PDI para verificar que no salieran de la casa.

Era alrededor del mediodía del sábado 11 de abril cuando Eugenia, (nombre ficticio para proteger su identidad), vio que a su tío le costaba respirar. 

Eugenia, 46 años, trabajadora, estaba a punto de cumplir los 15 días de confinamiento, tras dar positivo en el examen de coronavirus el 27 de marzo, por lo que esa mañana se atrevió a compartir el desayuno con el hermano de su madre, J.H, 57 años, a quien le diagnosticaron la enfermedad cuatro días después que a ella. 

Pero en un par de minutos la situación se volvió crítica. El tío cambió de color y ya no podía respirar. De inmediato llamó al 131, desde donde se percataron de la grave situación y le daban instrucciones para reanimarlo.

Intervino su hijo, que justo llegó a buscar ropa para ir a trabajar, improvisando masajes cardiacos, pero fue imposible. "A los 15 minutos llegó la ambulancia y a mi tío se lo llevaron sin sirena, seguramente ya estaba muerto", recuerda con angustia. 

LOS CUESTIONAMIENTOS

Eugenia este domingo narró su dolorosa experiencia a Grupo DiarioSur y pasadas las 21.30 horas, fue entrevistada en un enlace telefónico desde su casa, por el periodista Luis Alberto Espinoza de ATV. 

"Mi tío murió en mis brazos", señaló a nuestro medio y también a la televisión local, denunciando una serie de situaciones que - a su juicio - contribuyeron a la muerte de su tío y que hoy estén contagiados varios miembros de su familia.

Recuerda que se sintió mal entre el 20 y 21 de marzo, y llamó al consultorio dos veces pidiendo el examen. "Solo si tiene fiebre sobre 37,8 grados le haremos el examen", recuerda que le dijeron y se vuelve a emocionar pensando que, tal vez, sería todo distinto si la hubiesen atendido a tiempo. 

El trabajador J.H se desempeñaba en una empresa sanitaria de Valdivia y en el recuerdo de Eugenia era un hombre fuerte, vigoroso y, una vez confirmado que también tenía coronavirus, fue llevado a la misma vivienda de su sobrina, en las cercanías del sector Huacamayo en Valdivia. 

¿De quién fue la idea de llevarlos a la misma casa, si ambos estaban enfermos?. 

"Fue la Seremi", responde sin titubeos.

El 31 de marzo J.H dio positivo y tenía que salir de la casa de su otra sobrina (en la corvi), donde compartía con adultos mayores. 

"Le dijeron a mi hermana que como yo lo había contagiado, tenían que traerlo a mi casa, porque yo lo había contagiado con la misma sepa y podríamos estar juntos".

¿Tu tío fue atendido en un centro de salud, una vez realizado el examen?. 

"No, a el solo lo atendieron cuando le realizaron el examen. Nada más. Le iban preguntando por teléfono si tenía fiebre, pero no tenía. Dijeron que si le costaba respirar, que llamara".

Eugenia recuerda que ella tuvo la sensación que su tío iba en proceso de recuperación, como ella, pero a la vez lo notaba cansado y con tos, aunque sin fiebre alta.

¿Recibieron visitas y controles médicos?

"No, solo llamados telefónicos y la visita presencial de la PDI que verificaba si estábamos cumpliendo la cuarentena". 

El tío de Eugenia fue sepultado a las 18 horas del mismo sábado, 6 horas después de su muerte, en el cementerio municipal 2 de Valdivia. 

La trabajadora se pregunta muchas cosas. 

En primer lugar por que no examinaron a todos sus contactos, entre ellos el tío fallecido, cuando ella dio positivo el pasado 27 de marzo. 

Lo mismo, por que no examinaron a todos los contactos del tío, cuando este dio positivo el 31 de marzo. 

Hoy dos hermanos están con la enfermedad declarada y nada de sabe del hijo de Eugenia, sus padres y otros parientes que compartieron techo e interactuaron en estas semanas. 

Su otro cuestionamiento es por que no tuvieron evaluación médica, especialmente su tío que murió sin poder acceder a un respirador en el Hospital Base de Valdivia. "Nos dejaron solos y abandonados a nuestra suerte", reclama.

"Yo no tengo los conocimientos para saber si mi tío realmente estaba bien, yo también estaba enferma, dormíamos distanciados y no podía saber si se ahogaba en la noche", rememora con sentimiento de culpa, a pesar del apoyo familiar.  

"Estaban esperando que se agravara para hospitalizarlo, claro que se agravó, pero no llegaron a tiempo", sentencia, esperando que la misma situación no le ocurra a otra familia pobre de Valdivia.
 

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