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Por YoPublico.cl , 27 de mayo de 2020Pacientes asmáticos bien controlados tendrían mejor respuesta al contagiarse de COVID-19
Atención: esta noticia fue publicada hace más de 4 añosSegún una reciente publicación de la revista británica LANCET, el uso de inhalador ayudaría mucho. Entérate de los detalles.
El pasado 23 de abril, la reconocida revista médica británica LANCET, publicó un artículo que devela una positiva respuesta de los pacientes asmáticos ante un eventual contagio del COVID-19; un hallazgo que si bien no es una certeza, asocia el uso crónico de corticoides como un posible factor protector a la hora del contagio por este virus.
En opinión del Dr. Fernando Saldías, del Departamento de Enfermedades Respiratorias, Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica, este estudio descriptivo observacional sugiere que el tratamiento óptimo de los pacientes asmáticos con corticoides inhalados permitiría disminuir el riesgo de complicaciones en la infección respiratoria aguda por coronavirus SARS-CoV-2.
El asma bronquial es una enfermedad respiratoria crónica, se caracteriza por inflamación crónica de la vía aérea ocasionando dificultad respiratoria, limitación en la actividad física, tos y expectoración mucosa, deteriorando la calidad de vida de los enfermos en forma significativa. “La adherencia al tratamiento con medicamentos antiinflamatorios inhalados, la suspensión del tabaquismo en los pacientes fumadores, evitar la exposición al humo de tabaco e irritantes ambientales, la realización de actividad física en forma sistemática y los controles periódicos en el sistema de salud permiten mejorar la capacidad funcional respiratoria de los enfermos, disminuyendo el riesgo de complicaciones en caso de infecciones respiratorias tales como el COVID-19”, precisó Saldías. Asimismo, agregó que el kinesiólogo respiratorio forma parte del equipo de salud que atiende y evalúa a los pacientes asmáticos, su condición funcional respiratoria y promueve activamente la adherencia al tratamiento y la realización de actividad física acorde a la edad cronológica de los enfermos.
El 7 de mayo se conmemora un nuevo día mundial contra el asma, una enfermedad de alta prevalencia en Chile y que ubica a este segmento entre los grupos de mayor vulnerabilidad frente a la actual pandemia. Para Macarena Espinoza, docente de la carrera de Kinesiología de la Pontificia Universidad Católica, del Departamento de Ciencias de la Salud UC, es momento de extremar las medidas preventivas del contagio como es el lavado de manos, el uso de mascarilla y el distanciamiento social, así como la adherencia al tratamiento por asma y la consulta temprana y oportuna, tanto presencial como teleconsulta médica o kinesiológica, en caso de síntomas de alarma como tos, dificultad para respirar y cansancio.
Espinoza aclara que tanto el Centers for Disease Control and Prevention (CDC) en Estados Unidos y la Sociedad de Enfermedades Respiratorias (SERChile) han insistido en proteger a la población asmática con la vacuna contra la influenza, y a la fecha un 83% de los adultos mayores se han vacunado en Chile, lo que implica un segmento aún desprotegido. La docente de Kinesiología UC insistió en no automedicarse, ni suspender los tratamientos prescritos y administrar correctamente el inhalador con aerocámara para asegurar la incorporación de las dosis indicadas en el pulmón, especialmente en aquellos con corticoides y efecto antiinflamatorio.
Otras recomendaciones de la especialista y hoy con mayor énfasis, es la de evitar la exposición a factores irritantes como polvo de habitación, ácaros, humo y derivados de la combustión de biomasa, y sobre todo, eliminar el humo de tabaco de los ambientes públicos y privados. En cuanto al recurrente uso de cloro en estos días y sabiendo que constituye una sustancia irritante para los pacientes asmáticos, se sugiere mantener al paciente en otra habitación durante su uso y procurar ventilar los espacios durante y luego de su empleo.
Un mensaje importante es consultar oportunamente a un médico broncopulmonar de forma presencial o virtual a través del servicio de telemedicina, contemplando el seguimiento de su médico y kinesiólogo tratante, más aún si aumentan los síntomas respiratorios: tos, dificultad respiratoria, silbido u opresión en el pecho o limitación significativa en la actividad física; de modo de intervenir tempranamente frente a una crisis bronquial obstructiva y tratarla adecuadamente.
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