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Por Marcelo Vera , 6 de septiembre de 2021La preocupante situación del patrimonio arquitectónico de Puerto Montt
Atención: esta noticia fue publicada hace más de 3 añosLos edificios patrimoniales de Puerto Montt, son varios, pero en su mayoría están en franca decadencia: la Casa Pauly, la Casa de la familia Fernández de calle Urmeneta, son sólo algunos ejemplos por el deterioro que presentan.
El Patrimonio Histórico está protegido por la Constitución y por la ley, tienen como objetivo la protección y conservación del mismo. Por lo tanto, el Estado es quien debe garantizar la salvaguarda del patrimonio,. Sin embargo, lamentablemente no sucede así en la realidad. En Puerto Montt, como en la región testigos silenciosos son muchos.
Las casas patrimoniales de Puerto Montt que aún se mantienen en pie se construyeron durante las primeras décadas del siglo XX. Una de ellas, es la Casa Ebel que se hizo en 1932 en el centro histórico de la ciudad y está reconocida como un Inmueble de Conservación Histórica, según consta en el Plan Regulador Comunal.
Para el arquitecto Emilio Vargas la situación es preocupante. “Es una pena el estado en que se encuentra la casa, creo que es un elemento arquitectónico con singularidades formales, en la forma que tiene, en su tamaño. Y es una pena cómo se va destruyendo”.
Hace años ya, que el municipio local, a través del alcalde Gervoy Paredes, se había abierto a la posibilidad de que esta añosa vivienda puede ser comprada para su restauración. Pero aún no existe nada concreto. “Podría ser que podamos comprarla, pero me parece interesante con los nuevos recursos que se nos presentan. Vamos a señalar al equipo de planificación con turismo que pudiéramos recuperar aquello".
En el plan regulador comunal de Puerto Montt, la Casa Ebel figura como un Inmueble de Conservación Histórica, de categoría A1. Esto quiere decir que no se le pueden hacer remodelaciones que alteren su estilo arquitectónico, pero sí trabajos que sean para mantener y proteger su valor patrimonial.
Agrega el arquitecto Vargas que “materialmente la casa está en un punto crítico. Más que restaurarla, hoy día es salvarla. Yo creo que se podría salvar, pero está en una situación bastante crítica.”
Cerca de ahí está la casa Fernández, por calle Urmeneta, también en muy malas condiciones. Sus propietarios llegaron a Puerto Montt desde la ciudad de La Serena, a mediados del siglo XX, siendo residencia de un funcionario de la Tesorería, donde vivía con su esposa, dueña de casa, y sus nueve hijos. Esta familia -en forma infructuosa-ha intentado vender la propiedad, pero no tienen oferentes porque también es un inmueble de conservación histórica.
De acuerdo con la ley es el Estado el que debe velar por estas casonas que son declaradas Inmueble de Conservación Histórica, pero al parecer es letra muerta ya que no existe fondos para llevar adelante la restauración.
¿Quién se hace responsable para que la historia de Puerto Montt no se pierda o pase el voraz incendio y la destruya?, tal como ocurrió por ejemplo con la casa verde que está en la esquina de Anibal Pinto con Benavente, cuyo arquitecto, Néstor Holzapfel, diseñó en la década del 60 un edificio con una modernidad que para esa época rompió los esquemas.
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