Según Centro de Estudios región de Los Lagos no ha recuperado su nivel de empleo

El Centro de Estudios Pivotes analizó los resultados de la Encuesta Casen sobre empleo formal y las brechas pre y post pandemia. Los resultados señalan que estos indicadores no se han recuperado a los niveles anteriores a la crisis del covid-19.

El análisis realizado por el Centro de Estudios Pivote del ex presidente de la Sofofa -Bernardo Larraín Matte, comparó el nivel de empleo del 2022 con respecto a la Casen 2017, última encuesta realizada antes de que comenzara la emergencia sanitaria del covid-19.

A grandes rasgos las conclusiones obtenidas señalan que la región no ha logrado recuperar la tasa de ocupación; y mientras que el quinto quintil tiene una ocupación del 82%, el primer quintil alcanza sólo un 27%. Ello significa -de acuerdo a los autores del estudio- que hay que redoblar los esfuerzos con políticas públicas enfocadas en eliminar la informalidad y mejorar las prácticas laborales.

Comparación

“Al hacer la comparación del nivel de empleo del 2022 respecto a la Casen 2017, última encuesta previo a la pandemia, a nivel agregado la región de Los Lagos no ha recuperado la tasa de ocupación pre-pandemia de 56%, marcando un 55% en la Casen del 2022” señala el análisis que fue liderado por la economista Elisa Cabezón.

El mismo estudio apunta que el nivel de ingresos de los hogares más rezagados en la recuperación de empleo son los que corresponden al 40% de menores ingresos. “El primer quintil en el 2017 tenía una tasa de 34% y a fines del 2022 es de 27%, y el segundo quintil en el 2017 tenía una tasa de 52%, y en el 2022 es de 47%”, añade el estudio

“Históricamente el acceso al empleo formal ha sido regresivo: a menor nivel de ingreso, menor es el porcentaje de personas en edad de trabajar con empleo formal. En la región de los Lagos, en el año 2022, para los hogares del primer quintil (20% de menores ingresos) este porcentaje es un 8%, mientras que para el quinto quintil (20% de mayores ingresos) es un 64%” concluye.

Estas cifras son claramente representadas cuando se considera que el quintil de más altos ingresos hay más de 80 mil empleos formales respecto al quintil más pobre. Ello porque el quintil más rico año tras año han aumentado su cobertura de empleo formal, en contraste con el de menores ingresos que no presenta cambios relevantes. Todo ello correspondiente al período 2013-2017.

Las Dudas

¿Las razones de estas brechas? Más que respuestas, los autores del estudio plantean interrogantes. Una de sus hipótesis apunta a los subsidios a las familias. “Los hogares podrían percibir las ayudas estatales como un sustituto y reemplazo de sus ingresos laborales, desincentivando su participación laboral” enfatizan.

Otra explicación saca el foco de las familias y apunta la Tasa de Política Monetaria del Banco Central. “Para controlar la inflación, alzas de la TPM desincentiva el consumo y la inversión, enfriando la economía y restringiendo el financiamiento hacia empresas y proyectos económicos. Estas condiciones dificultan la creación de empleo en el corto plazo” agregan los autores del estudio.

Una última indicación señala que el proceso de automatización de los trabajos generado a partir de la pandemia de covid-19 podría ser otra de las causas.

Se trata de tres alternativas que las autoridades que ofrecen distintas alternativas de soluciones. Pero la más complicada sería la automatización de los procesos productivos, porque implica cambios estructurales en el mercado laboral y un mayor esfuerzo en la capacitación de la fuerza de trabajo.

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